
Repertorio completo
DESEO DE
CINE
[ Ver y pensar películas y series en cuarentena ]
Homemade [2020]
​
Ly, Sorrentino, Morrison, Larraín, Nyoni, Beristain, Schipper, Kawase, Mackenzie, Gyllenhaal, Labaki y Mouzanar,
Campos, Ma, Stewart, Chadha, Leilo, Amirpour.
Allí donde espacio y tiempo se estrechan y se vuelven continuos, el director chileno Pablo Larraín propone hacer cine pese a todo. Un cine que sea recurso para narrar la situación de aislamiento que supuestamente imposibilitaría una producción cinematográfica. En otras palabras: el desafío de hacer de la imposibilidad de filmar, el recurso para hacerlo. Y afrontar el valor de ese testimonio.
[ Lecturas ]
Aislamiento: el testimonio del cine
Eduardo Laso y Juan Jorge Michel Fariña
​
Es ya un lugar común constatar que nos hallamos en el marco de una pandemia inédita en la historia, la cual nos obliga a un confinamiento forzado global por circunstancias sanitarias, alterando así de modo drástico la vida cotidiana de la humanidad. Pero persiste la pregunta: en este contexto, ¿qué se puede hacer? Una respuesta subjetiva posible es la producción artística. Tramar la peste y sus consecuencias mediante la música, la escritura o las imágenes, conjurando así sus efectos aplastantes sobre la subjetividad. Efectos estos todavía inciertos pero presentes bajo las figuras de la enfermedad y la muerte, la incertidumbre, la pérdida de vínculos, de proyectos, de bienes, de libertad, de vidas.
En el horizonte estrecho del confinamiento en casa, en el que espacio y tiempo se estrechan y se vuelven continuos, el director chileno Pablo Larraín propone hacer cine pese a todo. Un cine que sea recurso para narrar la situación de aislamiento que supuestamente imposibilitaría una producción cinematográfica. En otras palabras: propone el desafío de hacer de la imposibilidad de filmar, el recurso para hacer cine. Apuesta así al valor del testimonio, retratando “un momento único para la humanidad, en el que compartimos circunstancias muy similares en contextos completamente diferentes”. Convoca para ello a diecisiete figuras del cine para que realicen un corto de 7 minutos sobre el tema de la cuarentena y la “nueva normalidad”. La única premisa es que lo hagan con los recursos disponibles en las condiciones que habitan, formando así un fresco de miradas diversas que oficien de pasadores del real traumático que nos atraviesa.
Bajo la consigna “Todos estamos en casa”, cada realizador puede elegir la modalidad narrativa que desee y la trama que más le agrade. El resultado es Homemade, una colección de cortos que van desde el realismo austero del film casero, pasando por la poesía de imágenes, hasta el surrealismo apocalíptico o el género fantástico.
Como todo compilado de cortos, hay diversidad de miradas, estilos, climas y temáticas. La soledad, el tedio, la locura progresiva, la paranoia, la alienación, el encierro, la añoranza de los vínculos cercanos, la distancia social y física, la amenaza del fin del mundo que conocemos, la precariedad que la peste desnuda en los sectores sociales pobres, son algunos de los temas que recorre esta serie. Cabe destacar algunas perlas: Ladj Ly, cineasta francés de origen africano, sobrevuela con un dron a un París desconocido para el turista, ese patio trasero en que los inmigrantes viven la cuarentena. Paolo Sorrentino juega con dos muñecos Playmobil de la reina de Inglaterra y el Papa, para mofarse de la realeza y la iglesia, y los retratos glamorosos que sobre ellos recientemente supo ofrecer la pantalla. La actriz Maggie Gyllenhaal filma la inminencia del fin del mundo a través del retrato solitario y alucinado de un hombre en la campiña. Pablo Larraín hace del confinamiento de un anciano en un geriátrico, una comedia ácida sobre el desencuentro amoroso y la necesidad de vincularse, de cara a la muerte. Nadine Labaki convierte la irrupción de su hijita en su oficina la ocasión para registrar una performance en la que el juego de niña es también un grito de protesta por la pérdida de libertad. Antonio Campos construye un relato pesadillesco en el que una familia formada por una pareja de mujeres y sus hijas se ve invadida por la presencia ominosa de un hombre.
​
Retratar el confinamiento en que el mundo se encuentra, hace del cine una apuesta actual y urgente. Reconocernos en los escenarios que propone es una manera lidiar con ese real y decidir respecto de sus consecuencias.